Cada día más y peor. El sueño pesa demasiado como para ir a clase a ser alguien el día de mañana. ¿Por qué no serlo hoy?
Serlo rodeada de mierda, de problemas de la verdad verdadera que no tragamos en televisión a no ser que sea demasiada explícita para servir de postre al morbo.
Ni el jaco me levanta de tanta pereza.
Ni la idea de echar un polvo
Ni recordar como se montaba en bicicleta.
¿Para qué?
Prefiero inventarme haikus absurdos para anestesiar la llamada del drogado paraíso hasta la hora del almuerzo.
Jodidas mañanas
martes, 17 de febrero de 2009
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